Fake News
En Costa Rica constantemente se comparte información falsa (fake news) por WhatsApp, Facebook y otras redes sociales. ¿Quién no ha recibido alertas falsas de cambios en medidas sanitarias o de persona que se hace pasar por médico para robar en las casas o de algo que supuestamente dijo o hizo un candidato presidencial?.
Las fake news buscan manipular decisiones, desprestigiar personas o instituciones o bien ser un camino para obtener beneficios políticos o económicos. El mayor efecto de las fake news no radica en la generación del dato, sino en la viralización que se da por parte de los usuarios, sin que la información sea validada. Las fake news están diseñadas para aprovechar las debilidades de nuestro cerebro. Por ejemplo, el error de atribución. Es lo que ocurre cuando algo nos suena, pero no recordamos dónde lo hemos visto. Basta con ver un titular falso una vez, para que la gente se vuelva más sensible en el futuro a las noticias falsas sobre el tema de ese titular. Además, cuando una mentira se repite, nos da una sensación falsa de consenso, de que todo el mundo piensa así o de que todos nuestros amigos o contactos validan la información. Esto puede llevar a creencias falsas colectivas, algo que se llama el efecto Mandela. El otro factor para que la gente se trague un bulo es el sesgo de confirmación. Nuestro cerebro tiene una tendencia natural creer que es real aquello que coincide con nuestros gustos u opiniones, aunque sea falso. Las noticias falsas apelan a las emociones, sobre todo a las negativas, como el miedo, la indignación, el asco o la tristeza. Se ha comprobado que cuando una noticia produce emociones de cualquier tipo, es más fácil creerla.
Los que hacen clic en me gusta, comparten o comentan noticias falsas no tienen por qué ser usuarios reales: los bots sociales son programas que pueden controlar perfiles falsos en Facebook, Twitter y otras plataformas. Usando software especializado, los administradores pueden controlar miles de estas cuentas falsas y decirles qué hacer. Esto puede distorsionar y falsificar la opinión general en la web y alimentar discusiones que en última instancia sólo sirven a sus propias necesidades.
Sanciones
La difusión de noticias falsas si bien no está tipificado como un delito, los afectados pueden utilizar los mecanismos legales correspondientes cuando se vea lesionado el honor por una injuria o bien se vea suplantado la identidad digital ya sea de una persona o de una empresa. O incluso se podría estar violentando la ley 8968 de protección de la persona frente al tratamiento de sus datos personales (en los casos en que las fake news contienen el rostro u otro dato personal). Además, el artículo 236 de la Ley de Delitos Informáticos, prohíbe la publicación de información falsa que perjudique el sistema económico del país:
Artículo 236.- Difusión de información falsa
Será sancionado con pena de tres a seis años de prisión quien, a través de medios electrónicos, informáticos, o mediante un sistema de telecomunicaciones, propague o difunda noticias o hechos falsos capaces de distorsionar o causar perjuicio a la seguridad y estabilidad del sistema financiero o de sus usuarios.
(Así adicionado por el artículo 3° de la Ley N° 9048 del 10 de julio de 2012, "Reforma de la Sección VIII, Delitos Informáticos y Conexos, del Título VII del Código Penal")
¿Cómo detectar las noticias falsas?
Es clave que las personas lean la noticia completa, no solamente el titular, si no se está seguro, es mejor contrastar la información con otros medios más confiables o de mayor trayectoria. Es recomendable que los usuarios puedan realizar el análisis de la fuente que está emitiendo la información, la fecha de emisión, así como considerar la autoría que tiene la publicación. Cuestionarse si es una broma, así como verificar con fuentes adicionales (como especialistas en el tema). También existen una serie de herramientas como BS Detector y NewsBot que permiten verificar el contenido, para saber si son reales o no. Buscar el titular en Google; si es verdadera, es probable que otros medios confiables la hayan reproducido, revisar si hay faltas de ortografía o errores en el texto y si las imágenes están pixeladas o parecen retocadas.
“Piensa antes de dar clic al botón de reenviar”