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Costa Rica: ¿país de modas que vuelven o de personas con mala memoria?

En julio del año 2019 se puso de moda en nuestro país el uso de la aplicación FaceApp, la cual brindaba la posibilidad de ingresar una fotografía de nuestro rostro y dicha aplicación nos daba una vista de como seríamos dentro de algunos años. El 16 y 17 de julio del 2019 brindé entrevistas a varios medios de prensa advirtiendo de los peligros de ingresar nuestras fotografías en estas aplicaciones. Sin embargo, en enero 2022 vuelve la tendencia de adjuntar fotografías en aplicaciones, ahora con el denominado #10YearsChallenge, donde se debe brindar una fotografía de hace 10 años, junto a una de hoy.

El reto se ha extendido rápidamente y en este han participado desde usuarios comunes de Facebook e Instagram hasta “influencers” y figuras públicas. Es un pasatiempo al parecer inocente y, como casi todos los retos en las redes, seguramente va a ser pasajero y que rápidamente será dejado en desuso o sustituido por otro. Pero, ¿para qué servirán esa enorme cantidad de fotos una vez que pase la moda?

Recordemos que, las compañías tecnológicas invierten muchos recursos en mejorar sus sistemas de reconocimiento facial, por ejemplo, Facebook y Google desde hace años están trabajando en perfeccionar esta tecnología y se dedican a rastrear la red para recopilar grandes volúmenes de información. Bajo esa perspectiva, el #10YearsChallenge simplemente les facilita esa tarea. Además, otro uso puede ser la publicidad dirigida. Ya que, si un sistema es capaz de reconocer un rostro, puede ofrecerle productos con base en su edad u otras características físicas. También, si un sistema es capaz de notar lo rápido que envejeces, puede, por ejemplo, utilizar esa información para aumentar el precio de un seguro de vida o de salud. Y si vamos más allá, desde el año 2016, Amazon comenzó a vender sus servicios de reconocimiento facial a agencias del gobierno de EE.UU para rastrear a sospechosos pero también podrían monitorear a personas inocentes.

 

Por lo tanto, estamos entregando gratuitamente información valiosa. Nuestro rostro es una de las fuentes de información más valiosa para las tecnologías que están emergiendo. Hoy en día incluso como contraseña podemos utilizar nuestro rostro, ya sea para desbloquear el teléfono o el sistema del banco. ¿Publicarías tu contraseña del celular o del banco?

Debemos ser desconfiados y no brindar tan fácilmente nuestros datos personales. Antes de participar en algo, debemos analizar en manos de quién puede caer la información y cómo podría usarse. Investiguemos si tiempo atrás se emitió advertencias sobre retos o aplicaciones similares (en Costa Rica por lo general las modas llegan o se repiten algunos meses después de cuando se originan en otros países). La sobreexposición es uno de los mejores insumos para empresas y ciberdelincuentes, tratemos de evitarla para no ser blanco fácil.